viernes, 29 de agosto de 2014

EL CRISTO DE MI CRUCIFIJO


Levanto los ojos y veo, en esa cruz a Cristo,
he pasado frente a Él y tantas veces lo he visto,
que la costumbre me hizo ser indiferente
tanto así que me pasaba de frente,
hasta que ayer en un momento de calma
creo que salido del alma
lo miré, guardé silencio y me hice la pregunta
¿cuál es la razón de esa imagen difunta,
por qué el hombre es masoquista?
y lo mantiene a la vista
muerto, clavado y sangrando,
de pronto mi conciencia está hablando:
me dice que Él está allí para recordarme
que a mí  deberían crucificarme
porque yo soy el pecador
y de todos el peor,
yo debería estar en esa cruz
pero Él es el camino y la luz,
Él de manera voluntaria
y si es preciso en forma diaria
se seguirá eternamente  ofreciendo
a la muerte que estoy mereciendo
del infierno y la candente llama
y lo hará sólo, porque me ama.

Desde hoy cuando te vea sentiré pena
recordaré que estás pagando mi condena,
desde hoy cuando te vea Padre Creador
recordaré que estás pagando mi error,
desde hoy cuando te vea Padre Santo
recordaré que fui culpable de tu llanto,
desde hoy cuando te vea Padre Bendito
recordaré tu amor infinito,
tal vez así dejaré de ofender y pecar
y me verás más seguido frente a tu altar.



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