domingo, 8 de julio de 2012

¿Podemos ser más exigentes que Dios?



Piet van Breemen (padre jesuita, doctor en física atómica) tiene un libro muy interesante titulado "Como pan que se parte", donde finaliza el primer capítulo con la siguiente frase:


"Si Dios me ama, también yo debo aceptarme a mí mismo. Yo no puedo ser más exigente que Dios".


Dios no nos hizo en serie, nos hizo en "serio", cada uno de nosotros es único y hemos sido creados a su imagen y semejanza.

Como Dios es perfecto, sus obras también son perfectas, entonces nosotros somos perfectos, pero esto ocurre en espíritu, nuestro cuerpo es sólo temporal.

Para nacer de nuevo y poder conseguir la vida eterna, podemos comenzar por aceptarnos a nosotros mismos tal como somos, teniendo en cuenta que la "autoaceptación es un acto fe".



No hay comentarios:

Publicar un comentario